El obispo del Vicariato Apostólico del Darién, Monseñor Pedro Hernández Cantarero, fue dado de alta médica hospitalaria, tras caer el pasado 5 de enero con el virus, por lo que agradeció al personal sanitario las atenciones y cuidados que le concedieron en el hospital, las cuales le ayudaron a salir de la crisis de salud que le provocó el COVID-19.
También puedes leer: Defensoría del Pueblo habla con afectados de proyecto hidroeléctrico
Antes de ser llevado al hotel donde terminará su cuarentena, el obispo se dirigió a médicos, enfermeras y técnicos con palabras llenas de agradecimiento y calidez paternal.
También puedes leer: Hieren a varias personas en la ciudad de Colón tras balacera
Monseñor Pedro, al darles la bendición, destacó la importante misión que cumple el personal sanitario en favor del país y de quienes están aquejados por la enfermedad y sus secuelas.